domingo, 25 de enero de 2015

Bricoinventos

Lo primero que se nos ocurrió fué este mueble portalambres, ya hemos visto todos el follón que supone alambrar un árbol de dimensiones medianas o grandes, cuando se deshacen los rollos, se enganchan unos con otros, y nos despistamos ya casi sin saber la cantidad que nos queda de determinado calibre.
Habíamos visto alguno en alguna feria y en alguna exibición que llevaban los maestros, pero como lo nuestro es más creativo que cómodo, y el presupuesto similar al de la mayoría de todos nosotros, nos pusimos manos a la obra.
Le dimos muchas vueltas a como hacerlo, una de las grandes fué como hacer los carretes, y después de poner opiniones, ideas y pegas se optó por hacerlos de una pieza para que fueran más duraderos. Dos taladros laterales en cada uno de ellos, uno para enganchar el alambre y otro para un mango y poder bobinar en un soporte lateral tipo eje, sencillo, funcional y sólido.
Le dimos capacidad para seis carretes, cada uno que elija el calibre a bobinar. Un cajoncillo para herramientes y poder guardar el soporte del bobinado y el mango si se quiere quitar, que nosotros al final creo que por perros lo hemos dejado en su posición.
La estructura en madera de pino, y el asa como el eje en haya. Pero por estética, nos gusta más la madera que el hierro. Y listo para vuestras opiniones, consejos y críticas


                                                                                                                          



  Otro de los problemas que se nos suelen presentar es como y donde trabajar árboles de dimensiones ya un tanto considerables. Al principio nos podíamos conformar y apañarnos con los platos giratorios sencillos que se venden para soporte de las televisiones, o los del Ikea, algo más caros y más curiosos...
 Pués otra vez manos a la obra. Decidimos hacer algo realmente sólido y práctico. La tabla de trabajo donde pondremos las macetas la forramos con goma de tres milímetros antideslizante, 40x35.
El husillo giratorio lo hicimos con metal y soldadura de la de toda la vida, pletina, tubo hueco, varilla roscada y un par de tuercas, una como soporte de giro y poder graduar la altura del mismo, y la segunda hace la función de freno como contratuerca. Nos da una altura regulable de 45 a 90 centímeros aproximadameste.
Para rematar el invento un cajón macizo de pino con ruedas donde poder guardar las cuñas que siempre se pierden y tanta falta nos hacen.
  Insistimos en vuestra opiniones, críticas y consejos.